Aunque existan aparatos de limpieza automática, la limpieza manual es inevitable. Es imperativo limpiar la línea de agua para evitar, principalmente, los depósitos de calcáreo. Para optimizar la filtración, deberá realizarse regularmente un contralavado.
También debe verificarse regularmente el PH y el cloro. Después de una lluvia de tormenta, el PH tiende a aumentar considerablemente. No olvidarse nunca de poner en marcha la filtración cuando se baña. Ya que el hombre aporta su propia contaminación: sudores, cabello, bacterias, residuos de piel…
Conviene aumentar el tiempo de filtración cuando la temperatura del agua aumenta. Pequeño truco: si el agua está a 24°C se preconiza filtrar 12h/día (24°/2) si el agua está a 30°C se preconizan 15 h/día (30°/2).
Deberá mantenerse un cierto nivel de agua, este nivel no deberá estar nunca por debajo de los skimmers: puesto que esto podría ocasionar el descebado de la bomba, y si perdurase esta situación, el daño sería irremediable. El mantenimiento varía en función del tiempo, de la frecuentación del vaso y de la región.
La invernación:
A excepción de los países nórdicos, se aconseja no vaciar la piscina en invierno, por dos razones principales: Esto permite garantizar el aislamiento y asimismo mantener una presión en el vaso, con el fin de evitar cualquier deformación, eventual movimiento del terreno.
A continuación le comunicamos algunas reglas de invernación para su piscina:
En las regiones del Sur de Francia, donde el invierno es generalmente menos riguroso, se puede proceder una invernación activa, es decir, hacer funcionar la bomba de la piscina. En las regiones frías, los proyectores deben sacarse del agua.
Conclusión:
Una piscina es ante todo un lugar de ocio, pero es asimismo una inversión, por consiguiente debe reflexionarse bien a su implantación y velar por su mantenimiento. Por tanto, conviene recurrir a profesionales para su concepción y construcción, y eventualmente para su conservación y mantenimiento.
Fuente: www.hayward.fr
